Navegar en el Esperanza es aprender, es tener la oportunidad de maravillarse con este sensacional barco clásico. Es poder sentirlo vivo (cualidad de todo barco de noble madera) y ser testigos de cómo este dibujo de Hossmann de 63 pies se desplaza a vela ágilmente. También implica la invalorable oportunidad de absorber conocimientos de un Capitán y una tripulación de navegantes, de veleristas preparados y acostumbrados a manejarse con las dimensiones, esfuerzos y pesos propios de este barco, tanto en el río como en el mar.

El Esperanza, además de la eslora ya indicada, pesa 30 toneladas y cala 2,70 metros.

Los alumnos del curso de Patrón 2022, divididos en dos tripulaciones, vivieron todas estas sensaciones con un enorme entusiasmo y asimilaron nuevos conocimientos muy valiosos.  De este modo se va enriqueciendo su formación, mediante un espectro de barcos que les permitirá tener una visión amplia, como futuros capitanes. Desde el inicio, navegando en F 18, pasando por el Cubanito, los J 24 y el Mercenario IV, pudieron disfrutar de una gran variedad de barcos. Con el Esperanza llegaron a “tocar el cielo con las manos” (especialmente Francisco España que subió al tope del palo mayor - a casi 10 pisos del agua).

Queremos agradecer en forma muy especial al Capitán del Esperanza, Prefecto Sebastián Rossetti, por la enorme y cordial dedicación que nos brindó y sus valiosas enseñanzas.

Esta navegación fue muy importante para el curso en su etapa de aprendizaje. Los alumnos, una vez más, pudieron navegar en un barco que cruzó el océano. Con el Esperanza disfrutaron además de un pedazo de historia de nuestro deporte náutico.
Agradecemos  a la Prefectura Naval Argentina y al Departamento Náutico Deportivo

Manuel Torrado