Con el comienzo del año 1989, a fines de Febrero, se realizo en la Sede Fátima la primera edición de las Olimpiadas que marcarían un antes y un después en las actividades sociales de la vida de Club en esta Sede.

Impulsado por la exitosa experiencia que significaban estos Juegos Olímpicos para la Sede de Villa de Mayo, Christian Nissen decidió exportarlos y traerlos hasta Fátima para continuar con la tradición de inculcar valores a través de la amistad y el deporte.

Creo no equivocarme en afirmar que no existe en el club una actividad que sea tan representativa de la frase del centenario del Club, como lo son las Olimpiadas.

Pero volviendo a esta primera edición, recuerdo que en esos años, en Fátima, el margen de socios de entre 6 y 15 años (que era la edad de aquellos que podian participar), era muy poco y eso generó que estas primeras olimpiadas se jugaran con 6 equipos de 10 jugadores cada uno, incluyendo en cada equipo a un capitán mujer y uno varón de aquellos que, como en mi caso (yo tenía 15) estaban en la edad límite de participación.

La sorpresa me la llevé cuando dieron a conocer esos primeros equipos y los capitanes de cada uno y en el caso del equipo Naranja, que era en el que me tocaba integrar, tenía la restricción particular de no dejar participar al capitán, o sea a mi, según lo que me dijeron los organizadores, porque era demasiado grande!

Es el día de hoy que se lo sigo reclamando a Christian (con quien no solo me unen 30 años ininterrumpidos de olimpíadas sino una gran amistad), haciéndole el cargo de que por su culpa no tuve la suerte de participar nunca como jugador.

Pero por este motivo, también hoy puedo decir que tengo la suerte de haber colaborado desde ese momento hasta el día de hoy, primero como capitán y luego como coordinador de este evento fantástico que nos reúne cada año.

En la foto parados de izquierda a derecha: yo, Alejandro Guillochon (cap.), tapada Fernanda Rossi por Martin Suarez Pizarro, Julieta Deaño, Pablo Peretti, Guadalupe Mendez Elizalde (cap.) y Enrique Garda. Agachados: Cora Zunino, Rosario Gonzalez Castro, adelante Jose Añaños, mirando para atras Francisco Mendez Elizalde y Tomi Alliati.

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