Mónica Ruiz contó su historia en nuestra XI Comida a Beneficio.
Tras una infancia difícil en Fátima, signada por situaciones de violencia, Mónica y sus hermanas hicieron la escuela primaria y secundaria con mucho esfuerzo, mientras trabajaban.
Conoció a su marido y tuvieron tres hijos varones. "Hace unos siete años apareció un grupo de gente que ofreció dar deportes a los chicos y chicas del barrio. Nos gustó la idea, ya que lo más cerca que tenemos para que nuestros hijos hagan algún deporte queda a 15 km de distancia”.
Mónica resaltó que en el Programa Deporte y Valores sus hijos encontraron “un lugar donde además de ejercitarse aprenden a compartir, hacen amigos. Y lo que más me gusta es cómo me ayudan con los valores que en mi casa se les enseña: cuesta mucho hoy en día que un chico pida permiso, perdón, diga gracias”.
También contó su propia experiencia en el Programa Familia Educadora: “Hace unos años en una reunión del Programa de Deportes nos comentaron sobre unos talleres para madres, donde estuve tres años participando. Ahí aprendí lo que es una familia. Fueron una guía, me dieron herramientas para aplicar en mi casa. Me enseñaron el valor que tengo como persona, como dármelo, cómo acompañar a mis hijos, a mi marido. Me ayudaron a darme cuenta de que yo no tenía que ser la que hace todo, que tenía que delegar: aprendí a delegar. Ahora me doy mi lugar, me busqué un trabajo, soy secretaria en un consultorio y mi marido aprendió a acompañarme. Tuve muchas peleas con él, pero cuando empezó a verme firme en mis decisiones (otra cosa que aprendí en los talleres), y me vio cómo con lo que yo aporto trabajando mejoramos la calidad de vida, él mismo me alienta a seguir, aunque le cueste un poco todavía”.
Mónica comenzó este año a participar también en el curso de Auxiliar Administrativo, que la Fundación brinda en Fátima a través del Programa Oficios.
“Tengo que dar gracias a la Fundación por esta oportunidad, no soy la única que pudo lograr metas, somos más ya encaminadas para llegar a otros objetivos.”
¡Muchas gracias a todos los que colaboran para que Mónica y muchas personas más puedan encontrar en la Fundación un espacio para crecer en valores y para fortalecer a la familia, desde la educación!