Durante estos días participaron de intercambios deportivos con equipos locales donde representaron a la Fundación con mucho orgullo y alegría.

También, disfrutaron de muchas actividades organizadas por los profes del Programa para reflexionar y conectarse con ellos mismos y sus compañeros.

Lo más emocionante del viaje fue el encuentro, de varios de ellos, con la playa y el mar por primera vez. Todos acompañaron ese momento mágico con entusiasmo y aplausos. Allí festejaron con una danza y almorzaron bajo un cielo despejado que acompañó la jornada.

Luego de la cena que organizaron los profes, todos los chicos participaron de un gran fogón donde en grupos contaron lo que había significado el viaje para ellos.

El broche de oro fue la cena de gala, los chicos entusiasmados con la idea, se vistieron para la ocasión.

¡Desde el Programa estamos llenos de alegría por haber dejado una huella llena de felicidad en cada uno de ellos!