Las mujeres semanalmente asisten a cada encuentro dispuestas a aprender cómo acompañar a sus hijos.
Los grupos de madres, tanto de Fátima como de Los Polvorines, participan y aprovechan cada uno de los encuentros semanales del Programa, siempre atentas al tema acordado en las jornadas.
Se trabajan y debaten herramientas para acompañar cada etapa evolutiva de sus hijos: entender cómo se expresan y escuchar lo que les pasa, a pesar de la vorágine que impone la rutina.
A partir de las entregas de boletines en las escuelas, las mujeres comenzaron a traerlos para charlar, junto a las coordinadoras del Programa, formas de acompañar a aquellos hijos que no tuvieron un buen desarrollo en el trimestre. Lourdes y Armará las ayudan para entender que más allá de las notas, los chicos pueden atravesar por diversos momentos emocionales que no les permiten concentrarse en sus estudios y rendir bien en la escuela.
Para la segunda mitad del año, las coordinadoras del Programa se encuentran organizando un nuevo de taller de encuadre para recordar a cada madre el compromiso asumido una vez comenzaron en marzo y la importancia de aprender los diversos caminos, a partir de los cuales, educar a sus hijos y estar para cuando lo necesiten.