La Villa fue un carnaval - Olimpíadas Menores 2017

Un año más de olimpíadas en Villa de Mayo: un team organizador de lujo, un soporte en sede impecable, árbitros voluntarios para todas las pruebas acompañaron a los 16 equipos, que sumaron más de 380 jugadores al mando de sus directores desafiando las altas temperaturas, compitiendo en un sinfín de disciplinas, tejiendo amistades que duran toda la vida.

 Equipo 14 bordó. Campeón Olimpíadas 2017 Menores

Sensación térmica 40 grados a la sombra,  varios  grados más al sol.  Parece no importarle a nadie.  Amuchados para ver el pañuelito, intercalando agua y cualquier gaseosa para ver hasta el final. “¡Qué bien el de bordó! ¿ Quién es?” - se escucha en voz alta. “ Sale al padre”- dice el padre del chico que, ágilmente, escapó con el pañuelito en su mano esquivando al adversario y saltando hasta el fleje. “¿Al padre? Por favor, vos eras un queso”- comenta alguien. “¡Es verdad!  Doy fe que nunca te llevaste un pañuelito en tu vida”- afirma otro y todos se ríen a la par . El padre también. Pasaron más de treinta años, y todos los que fueron parte recuerdan cada minuto de cada olimpíada  y a cada participante como si hubiera sido ayer.

 

Un año más de olimpíadas en Villa de Mayo: un team organizador de lujo (profesional a esta altura),  un soporte en sede impecable, árbitros voluntarios para todas las pruebas  acompañaron a los 16 equipos, que sumaron más de 380 jugadores al mando de sus directores desafiando las altas temperaturas, compitiendo en un sinfín de disciplinas, tejiendo amistades que duran toda la vida.

 

Los nervios de la pileta, el testimonio que no llega a destino, la euforia del gol, la felicidad del festejo, la desazón de ese poquito que faltó para llevarse los puntos. La guerra de bombuchas, las banderas, los cantos y los organizadores que nunca pierden la sonrisa. La cinchada, la soga de Beto, los directores a full, los que llegan sin dormir, los que entre prueba y prueba se fueron a cumplir con las obligaciones de ser parte del plantel superior sin desatender al equipo.   

 

Mención aparte la imaginación de los jingles que superó las expectativas. El equipo 14 retrató a las 1ras divisiones de hockey y de rugby desplegando habilidades en nado sincronizado. También en escena : Isabel Benítez Cruz como capitana de rugby y la primera edición de los premios “pañuelitos de oro”, entre otros. 

 

Para los chicos una alegría eterna, para los grandes también. En fin, hay momentos del año que la Villa es un carnaval. Estas semanas son uno de esos momentos en que nada de lo que estas líneas describen alcanza. Como dice la canción, todo tiene un final: el equipo 14 bordó se coronó campeón de las olimpíadas 2017 y  el 16 negro subcampeón pisándole los talones en segundo puesto. Tras una gran expectativa, como siempre, la tribuna ovacionó tanto a la mejor deportista mujer: Sofía Lisarrague como al mejor deportista varón: Nicolás Demaría. La foto del momento: chicos felices con padres orgullosos (muy pero muy orgullosos, no es para menos!).

 

Ningún año es igual a otro. Este año en medio de bullicio incesante se hizo un minuto de silencio, no volaba una mosca: todos los presentes recordaron a Berni. Y agradecieron la inmensa alegría de que sus hijos y sus sobrinos hayan sido parte de estas olimpíadas con el espíritu intacto. Un ejemplo que queda en los corazones de todos.

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