Cuando se produce la Revolución de Mayo, Manuel Belgrano, que estaba habituado a la serenidad del estudio y que apenas sabía empuñar las armas, aceptó convertirse en soldado para defender la causa de la patria nueva.
Los colores de los cinturones van cambiando hasta tornarse negros, en todo un proceso de aprendizaje que brinda la posibilidad de encontrarse con uno mismo en una poderosa y pacífica perspectiva.