Festival de Box Interclubes 2016 en Viamonte

El viernes 15 de julio se llevó a cabo el clásico Festival de Box Interclubes en el gimnasio principal de la sede Viamonte. Les traemos una crónica de los combates más importantes de la velada, gentileza del Dr. Raúl Landini.

COPA LISANDRO GALINDEZ 
 
Categoría 75 kgs.
Ignacio MANES (CUBA) vs. Ignacio CORTEZ (EXCURSIONISTAS) 
 
Si bien el primer round fue parejo, en líneas generales, desde el inicio quedaron en evidencia la diferencia de estilos de los rivales. CORTEZ boxeando en larga distancia para hacer prevalecer su mayor altura y alcance de brazos, mientras que MANES –con menor alcance- atacaba frontalmente para acortarla y poner a su adversario en la línea de fuego. En este juego CORTEZ llevó la mejor parte, no sólo porque el planteo le exigió un esfuerzo menor, sino porque en el segundo round sorprendió a MANES con un upercut neto a la mandíbula que lo frenó en seco dejándolo aturdido, incidencia ésta que marcó un quiebre en la pelea que CORTEZ empezó a dominar con claridad. No obstante al inició del tercer round MANES se mostró recuperado y –corajudo- atacó decididamente para remontar la pelea, pero lo hizo acometiendo sin claridad ni precisión, por lo que su esfuerzo resultó inútil. Así fue que CORTEZ –sabedor de su ventaja- mantuvo la calma y colocó los mejores golpes en un asalto que las embestidas de MANES tornaron confuso, y en el que su rival amplió su ventaja. Nosotros vimos ganar claramente a CORTEZ, a quien los jueces dieron vencedor en fallo dividido.
 
TERCER PUESTO CATEGORÍA 64 KGS.
Santiago GENTILI (CUBA) vs. Ezequiel GUTIÉRREZ (ALMAGRO BOXING CLUB)
Al comienzo del combate GUTIÉRREZ –parado como zurdo- tomó firmemente la iniciativa, tratando de llevarse por delante al rival con mucho entusiasmo pero sin precisión. Aquí GENTILI mostró un buen juego de piernas con acertados desplazamientos y pasos al costado –el viejo “side step”- que descolocaron a su adversario y le permitieron conectar algunos golpes largos, que si bien no fueron contundentes desorientaron a su rival y le permitieron redondear una mejor imagen al final del round. Sin embargo en el segundo asalto GENTILI  dejó de bailotear y se paró a cambiar golpes con un adversario que a la inversa del asalto anterior intentó boxear en distancia visteando los golpes de nuestro representante. Debemos decir que a esta altura los dos mostraron un cansancio prematuro y una imprecisión parecida, fallando muchos golpes más por errores propios que por aciertos defensivos del adversario, lo que inevitablemente concluía con ambos púgiles trabados  y sin acciones dignas de mención. El tercer round principió con GENTILI lanzando un ataque sostenido que puso a GUTIÉRREZ contra las cuerdas, pero éste consiguió neutralizar los golpes del rival con un buen bloqueo que GENTILI no pudo vulnerar, y menos aún cuando en lugar de conservar la distancia mínima necesaria para golpear se encimaba a su rival hasta terminar trabados nuevamente. Así el round transcurrió entre empujones y forcejeos, sin golpes claros ni acciones destacadas, en el que el único mérito fue la actitud de GENTILI de tomar la iniciativa proponiendo un combate franco. Así fue que dentro de un marco deslucido, en un combate difícil de evaluar por lo trabado, nuestro representante mostró una mejor imagen, la que también fue apreciada por los jueces que lo dieron vencedor en decisión dividida.
 
FINAL CATEGORÍA 60 KGS.
Juan RIOPEDRI (CUBA) vs. Ezequiel GALLI (CUBA)
Este combate concitó una justificada expectativa no solo por tratarse de una final sino por las buenas actuaciones de las que venían precedidos los rivales, a lo que se sumó los estilos contrastantes de ambos –el boxeo largo de RIOPEDRI frente al sostenido ataque de GALLI- que hacían presumir una lucha intensa y de resultado incierto. Debemos anticipar que la pelea no defraudó en lo más mínimo, y si bien desde el principio RIOPEDRI se plantó en la larga distancia, que es la que mejor maneja, GALLI lo atacó decidida y firmemente colocando un par de buenos golpes que le permitieron sacar alguna ventaja, y pese a que RIOPEDRI consiguió retomar la distancia y emparejar el round, sobre el final GALLI tomó nuevamente la iniciativa atropellando a su rival y colocando algunos golpes netos que le permitieron ganar el asalto. Al comienzo de la segunda vuelta se lo vio mejor a RIOPEDRI acertando con golpes largos sobre un adversario afectado por una inflamación en el ojo izquierdo que le dificultaba la visión, por lo que el árbitro pidió la intervención del médico que después de revisarlo lo autorizó a continuar. Sin embargo el handicap que daba GALLI con la visión disminuida era muy grande y el dominio de RIOPEDRI se hizo notorio, ganando claramente el round. En el descanso GALLI fue nuevamente revisado por el médico, que en esta oportunidad no le dio el pase, por lo que RIPEDRI fue proclamado vencedor por RSC (Referí Suspende el Combate), y ganador del torneo en esta categoría. Cabe agregar, sin mengua de los méritos del campeón, que fue una pelea que todos queríamos ver y resultó frustrada por una circunstancia accidental, lo que justifica una revancha que seguramente no tardará en celebrarse. 
 
FINAL CATEGORÍA 64 KGS.
Jerónimo FILGUEIRA vs. Jerónimo PÉREZ VIEYRA
La presentación de los púgiles, con un FILGUEIRA mucho más alto que su oponente, unido a los antecedentes combativos de PÉREZ VIEYRA, constituyó un anticipo de lo que sería el combate. Apenas comenzado el primer round PÉREZ VIEYRA intentó acortar la distancia con un ataque sostenido, mientras su oponente –aprovechando su mayor alcance- lanzaba golpes largos, trabándolo cuando se acercaba. Sin embargo FILGUEIRA no acertó ningún impacto neto en la distancia, ni PÉREZ VIEYRA en la corta. Fue un asalto trabado y deslucido, sin golpes netos ni claros, en el que no se sacaron ventajas. En la segunda vuelta PÉREZ VIEYRA, conforme su estilo, se mantuvo en el ataque, observándose que FILGUEIRA se limitaba a lanzar el jab para alejar a su adversario pero sin usar las piernas para evitar la embestida, por lo que PÉREZ VIEYRA, aún con la imprecisión propia del vértigo que le imprimía a las acciones, era el que pegaba e imponía condiciones al adversario. El tercer round mostró a los dos rivales cansados, por lo que las acciones se hicieron trabadas y lentas, con más forcejeos que golpes, sin que ninguno sacara ventajas. Dentro de este esquema general los jueces premiaron el empuje y tenacidad de PÉREZ VIEYRA para superar la mucho mayor altura de su adversario, declarándolo vencedor por puntos en decisión dividida.
 
Raúl Landini
 
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