Viste lo de las entradas ? Es el comentario de muchos argentinos en los hostels, departamentos, casas rodantes o playa,  varios de CUBA y la 4 B por cierto, que fueron a San Pablo. Es la estafa de las entradas verdaderas. Cómo puede ser ? Viveza criolla pero a la brasileña...

La mejor forma de estar más protegido, en un evento de esta dimensión y complejidad, es tener un contacto local y de alli se develó este relato que bien hubiera podido estar en la pelicula Nueve Reinas.

Los más afortunados, en tener contactos ligados a la FIFA, consiguieron entradas a U$S 110 a 24 horas del partido, eso si hay que arriesgarse a ir a San Pablo, sin entrada y ver que pasa.

Otros intrépidos tuvieron que encontrarse con "torcedores" del San Pablo, en el Bairro de Diadema, 35 Km del centro, para intercambiar una entrada por U$S 600.-

Más cerca del estadio o en hoteles centricos los arbolitos vendían entre $ 1.200 y U$S 2.000,  segun la nacionalidad del interesado, un ticket para Argentina y Suiza.

Para estos últimos, cerca del estadio , parecía "tudo legal", pero..., cuando comenzaron a rebotar contra los molinetes y sus flamantes entradas, verdaderas, no eran tal, la cosa ya no estaba tan legal.

Cómo es el engaño ? Muy simple, las entradas salen "usadas" e inutilizadas, magnéticamente,  del estadio, a veces en vasos de Coca o en la ropa de una "mula".

A la vista, entendedora, son verdaderas, las comparás con otras y se ven auténticas, con sus hologramas intactos, pero sin valor, ya fueron pasadas por los lectores.- El plan corrupto indica que las retiene el control de la puerta al estadio (miembro clave de la banda ) sin arrugarla si quiera y las vuelve al circuito de la reventa.

Vai , Vai Vai embora, fica dentro amigo, es el mensaje que convence a no pedir de vuelta el Ticket, ya no lo volverán a pedir y el estadio está todo conectado, sin sectorizar. No la necesito.

Con esta particular entrada de reventa, los primeros controles previos los pasará con alegría y excitación , con solo exhibirla pasa y se ve todo en regla, pero, al llegar al lector de la entrada la barrera no cede el paso y luz roja,  le avisan que está en infracción y con algunos U$S derrochados, claro. 

Un viejo sistema de calesita, al organizador se le olvidó asegurarse de tener más de un talón de control y que corte la entrada o picar los boletos como en el tren. Game Over.