Todo comenzó ya hace unos años, con una gran idea de Julieta O’Connor, nadadora y amiga del Club Náutico San Isidro (CNSI).
Esta idea de unir dos clubes amigos, mediante una travesía acuática de 10km, con un fin tan noble como el de juntar donaciones para la prevención y concientización del cáncer de mama. Como es de mundial conocimiento el 19 de octubre de cada año, iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se celebra el Día Mundial de la lucha contra el Cáncer de Mama, con el objetivo de generar conciencia y promover el acceso a mujeres y hombres a controles, diagnósticos y tratamientos precoces. Siendo esta la 4ta edición, y habiéndome enterado de este evento el año pasado decidí participar como nadador, involucrarme como médico (cirujano plástico, estético y reparador) y en la organización para ayudar con el trabajo y poder recaudar más fondos.
Pero sin querer aburrir con tecnicismos, lo importante fue que llegó el día!
21 de octubre de 2023, 6 de la mañana todos en embarcadero preparándonos para un día lleno de emociones y sacrificios. Todos los voluntarios que habían arribado antes (nuestros agradecimientos a todos ellos) ya se encontraban repartiendo los kits a cada nadador, con su salvavidas y su globo. Grupos de intrépidos valientes se agrupaban para motivarse y darse energía. Se ayudaban con los trajes, algunos preparaban sus elementos (los que nadaban con patas de ranas, manoplas, etc.) o tan solo compartían algún snack calórico, un mate o una bebida pre deportiva. A su vez ya llegaban nuestros amigos de Buceo, Andinismo y Natación, que nos acompañaron durante toda la travesía cuidándonos desde un kayak o desde alguna embarcación. Lanchas con guardavidas arribaron desde Tigre y San isidro. Todo se encaminaba a un gran día.
Como es de esperar nuestro gran Río de la Plata, estrella de este evento, no podía quedar afuera con su majestuosidad y sin querer dejarse vencer nos esperó con un viento NE, leve pero movidito debido al oleaje que genera y sin gran corriente, cosa de hacerla más difícil. Ya casi listos nos reunimos todos, se dio la charla informativa, de normas y conductas, así como también una charla motivadora para ir prendiendo motores. Ahí estábamos todos listos a la espera de subir a las embarcaciones según los grupos clasificados, pero no podíamos dejar pasar la foto de los 4 “Poseidones” de CUBA que estábamos encarando esta travesía: Natacha Piantanida, Santiago De Luca, Dolores Mase y yo, Patricio Bouquet.
Ya arriba de las embarcaciones, nos dirigimos a la altura de Vicente López donde nos largamos al agua. Pegamos el primer chapuzón a las 7.00, 7.30 aprox. El agua estaba agradable, con el oleaje esperado por el viento. Nos agrupamos como equipo, sabiendo cómo hasta el final íbamos a ir todos unidos realizando paradas técnicas de hidratación, alimentación y esperando a los más rezagados.
Es muy emocionante que desde el comienzo entendimos que esta travesía es un paralelismo con la enfermedad. Nuestro chapuzón a esa hora de la mañana, golpeando la cara con el agua fría, con un Río de la Plata inmenso, sin un rumbo claro, en la incertidumbre de qué iba a suceder, con qué problemas nos podíamos cruzar y hasta dónde íbamos a llegar. Tal cual como expresan las pacientes con cáncer de mama, ese “baldazo” de agua fría cuando se enteran, la incertidumbre de qué va a pasar y de para dónde ir. Pero a su vez saber que hay todo un “equipo”, de médicos, amigos, familiares y otros enfermos que están para ayudar a que ese camino incierto tenga un rumbo, una guía, un norte, una luz al final del camino. Con momentos altos y momentos bajos. Sabiendo que uno no está solo, que tiene ayuda y afectos alrededor y que siempre va haber alguien para empujar, para darnos ánimo y para ayudarnos a llegar al final. Por eso es que se llama TRAVESÍA y no es una carrera. Es TRANSITAR.
Pasadas las 3 horas de nado, ya casi llegando al CNSI, el corazón empieza a latir más fuerte. Muchas emociones nos llenan el alma y ver esa bandera flameando indicando la llegada, no tiene descripción. Todas las embarcaciones y los kayaks parando el tránsito del canal de salida de San Isidro para que los nadadores, algunos con más resto, otros con las últimas gotas de nafta y otros ya nadando con el corazón sin brazos ni piernas, lleguemos a la plataforma de llegada donde nuestros afectos nos esperaban con un gran abrazo y a los gritos de emoción. Una llegada más que lagrimeada de emociones y de felicidad, objetivo cumplido. Habiendo recaudado más de 2.500 mamografías para personas necesitadas y con un final épico, a puro amor y emoción.
Que más se puede decir de un evento tan noble, tan emotivo y con tan buen fin como este. Solo me quedan agradecimientos a Juli O’ Connor, a Lucas Rivet, Clara Zavalia, Gabriela Douce y Celina del Pino (atrás de toda la organización), al CNSI y a nuestro amado CUBA. Esperemos contar con más cubanos el año que viene, poder duplicar la recaudación de este año y que más y más se animen a esta TRAVESÍA ROSA.