El tercer tiempo es un ritual que alimenta el espíritu del deporte, el juego limpio, el compañerismo y la amistad.
El famoso "Tercer Tiempo" busca transmitir que el juego no acaba con la eventual victoria o derrota de un partido sino que tiene que ver con la camaradería, el compañerismo y la diversión en un grupo indiferenciado de quienes en los dos tiempos anteriores habían sido adversarios.
Consiste en que el equipo local invita al equipo visitante a comer y a beber y en ese momento de distención bromear, cantar todos juntos, confraternizar y suavizar los resentimientos que pudieran haber surgido durante el partido, hacer unión entre los clubes y sobre todo que se conozcan las jugadoras entre sí.
Es parte del código de conducta del deporte, del espíritu de juego limpio. Un partido sin tercer tiempo es fallar a los valores del deporte.
En CUBA Hockey valoramos y alentamos muchísimo el Tercer Tiempo y hace ya unos años implementamos e impulsamos el rol de la “Jugadora Anfitriona”.
Fin de semana tras fin de semana vemos cómo las chicas se involucran en su rol y el éxito que ha tenido el segmento “saludable” gracias a la generosidad y compromiso de los padres.
Festejar cumpleaños también se ha “institucionalizado” en los Terceros y ese es otro modo y momento de cercanía con el club que nos visita y entre las chicas del propio equipo.
Qué es ser anfitriona?
Es simplemente comportarse como “dueña de casa” cuando se juega de local.
Son las jugadoras quienes como anfitrionas tienen que anunciar, invitar, recibir y atender a las jugadoras del equipo que vino a visitarlas y a jugar con ellas.
Además del gesto de bienvenida para con el otro club estamos ayudando al desarrollo de nuestras chicas inculcándoles, con esta pequeña actividad, el espíritu, actitud de servicio y de colaboración.
Todas serán anfitrionas en algún momento del año como así también sus familias ya que parte de la preparación del Tercer Tiempo se realiza mientras ellas están en la cancha. Es un rol que rota a lo largo del año entre todas las integrantes del equipo.
Son las propias jugadoras quienes reparten la comida y la bebida, con ayuda de los padres, procurando empezar con las jugadoras visitantes y luego a las locales. Es importante que se espere a que estén todas las jugadoras visitantes y locales en el quincho para empezar ya que es una actividad para compartir.
Cuando se termina, se ocupan de “levantar la mesa” ya que después el lugar lo va usar la división siguiente y es importante que encuentren el lugar limpio y ordenado (tirar los vasos descartables y servilletas usadas).
Todo esto si se hace en equipo, no lleva más de 5 minutos y es un excelente ejemplo.
Qué hace un padre/madre anfitrión?
Antes que termine el partido, idealmente 15 minutos antes, debe asegurarse que el quincho esté en condiciones para recibir a las jugadoras, que todas tengan un lugar, que el concesionario tenga todo listo y las cantidades de comida suficiente para la cantidad de jugadoras.
Además, el padre o madre anfitrión es el encargado del Tercer Tiempo Saludable. Es decir de traer fruta para compartir, cortarla y acomodarla en las mesas.