Los chicos de la Escuelita de Escalada de CUBA realizaron una salida a la roca en conjunto con las Escuelas de Escalada de Punto Cumbre
El sábado 1 y domingo 2 de octubre chicos de la Escuela de Escalada CUBA, realizaron una salida conjunta con la Escuela de Escalada Punto Cumbre.
El punto de encuentro fue Tandil. Elegimos el sector de escalada conocido como "La Aurora", ubicado en el "Valle del Picapedrero", que a principios de siglo XX, funcionó como una cantera de granito. El trabajo de cientos de hombres, modificando la roca, dio lugar a abruptas paredes aptas para la escalada deportiva. Hoy, este sector es una clásica escuela de Tandil, que a su vez cuenta con vías de 7a/b.
La roca, por un lado, inspiró respeto a los chicos, que reconocen todas las medidas de seguridad a tomar, como uso de casco y clara comunicación; por otro lado los inspiró a superarse constantemente ya que resolvieron 5 vías distintas de entre 5° y 6°, con paciencia y soltura, demostrando lo adquirido en la palestra. Eso si, nunca largaban sin antes avisar a los espectadores "MAMÁ!! FILMAME!!!"
El sábado por la tarde, de vuelta en el camping, hicimos distintos juegos recreativos con los chicos y un pequeño "taller iniciación" con brújulas. Más tarde, luego comer unos riquísimos sandwich de lomito a la parrilla hechos por los padres, utilizaron las brújulas en la "búsqueda del tesoro". Corriendo en plena noche, los chicos se encontraron con su pequeño tesoro, MALVAVISCOS y un fueguito listo para calentarlos. Ya en una noche despejada y fría, compartimos el postre juntos a los padres, recibiendo la energía del fogón Y DE TANTO AZÚCAR!
El domingo amaneció gris, nublado y durante el desayuno ya caían las primeras gotas, anunciando que no se podría escalar. Por ello, organizamos un pequeño circuito de cuerdas (tirolesa, puente mono y slackline) y nuestra patrulla de rescate estuvo lista en instantes. La misión: Trasladar a Peti (el petate con algo de peso) un herido en la escalada, con una camilla hecha con cuerda, por todo el circuito armado. Así, los chicos tuvieron una primera aproximación a lo que puede significar un rescate, y al trabajo en equipo que requiere. La lluvia no paraba, sino que aumentaba, pero esto no importó a los chicos que estaban 100% dedicados al rescate. Sólo se detuvieron al llamado de "EL ALMUERZO ESTÁ LISTO", olvidándose del pobre Peti y su rescate.
Una experiencia inolvidable para chicos y grandes, compartiendo con amigos y viviendo la naturaleza de un modo diferente, que después de todo, de eso se trata la escalada.
Los esperamos la próxima!!!