Las lobas, en su primer año, lograron un tercer puesto en el torneo apertura y un subcampeonato en el Clausura
El 2016 fue el comienzo de una utopía que hoy se hizo realidad.
Nueve meses pasaron desde que las lobas debutaron oficialmente en un torneo externo, sin experiencia, sin camisetas propias, y casi sin entrenamientos.